Los criterios para la cría responsable son la base para realizar un buen cruce y para que nazca una buena camada sanas y equilibrada. 

Determina cuál es la razón por la que quieres criar perros de raza. Algunas personas piensan instantáneamente en el dinero, pero la cría de perros no es, ni debiera ser, un camino a la riqueza. Aquí hay algunas razones a considerar:

  • Perros de exposición. Esencialmente, hay personas que crían y entrenan perros para obtener las mejores cualidades de una raza. Esto incluye la forma, el color, el temperamento, la obediencia y el aspecto general.
  • Mascotas. Este mercado es el que fomenta el surgimiento de “granjas de cachorros”, que se pueden encontrar en todos los Estados Unidos, y probablemente en otros países también.

 Lo mas importante es la elección de los ejemplares, detalles que deben tener en cuenta:

  • El tamaño y peso: salvo alguna excepción que nuestro veterinario nos aconseje, lo ideal es que ambos ejemplares tengan una talla y peso similar.
  • Colores: cuando se manejan varios colores se ha de tener en cuenta cuales son los colores dominantes y recesivos, si hay algunos que se puedan mezclar o no. Sobre todo tener cuidado con los colores que van ligados genéticamente a algunas enfermedades. Como pasa con los colores Merles y Albinos.
  • Defectos en el estándar: cada raza posee su estándar, este explica cómo debe ser el perro, su tamaño, peso, color, tipo de pelo, forma de la cabeza, forma de la cola, forma de los pies, forma de las patas, etc. Cualquier ejemplar que tenga defectos graves o descalificatorios no debería usarse para la cría bajo ningún concepto. Estos defectos, como por ejemplo el prognatismo o las angulaciones torcidas, suelen heredarse y causar enfermedades.
  •  Las enfermedades genéticas hereditarias: Este tema, es el que más hay que tener en cuenta a la hora de realizar un cruce. Los perros que padecen una enfermedad genética o sabemos que son portadores de una enfermedades genética, nunca deben ser usados para criar, es mas se les debería de esterilizar para no correr el riesgo de una camada indeseada. Estas enfermedades suelen heredarlas el 75% de la camada, y el otro 25% suele ser portadora del gen. ANTES DE CRUZAR UN EJEMPLAR REALIZA LAS PRUEBAS PARA ESTAS ENFERMEDADES.
    Hoy en día ya contamos con suficientes herramientas clínicas para poder detectar con gran fiabilidad, mediante pruebas de sangre (por ejemplo para descartar hipertiroidismo hereditario), rayos X (para descartar ciertas deformidades óseas transmisibles), exámenes oculares (para descartar problemas como la atrofia retinal progresiva, el entropión y el ectropion, etc.) biopsias u otros exámenes específicos, toda una serie de enfermedades y anomalías que son susceptibles de ser transmitidas de padres a hijos. Estos avances ponen al alcance de nuestras manos la posibilidad de evitar cruzar a un ejemplar afectado de cualquiera de estos y otros problemas y así no continuar perpetuándolos. En el caso del carlino debería realizarse: 
    • Estar exentos de displasia. Por eso se les hace unas radiografías de las caderas que son enviadas a Alemania para comprobar que ese perro no sufre displasia. El club tiene unas normas y unos niveles de displasia por los cuales, si el perro entra en unos niveles determinados, no es apto para la cría.  
  • Comportamiento y el carácter: es un detalle importante a la hora de seleccionar el cruce. Un perro excesivamente miedoso, ansioso, nervioso o hiperactivo no es un buen perro para criar. Un perro con un alto nivel de agresividad no es un buen perro para criar o un perro que parece un trastorno grave del comportamiento no es apto para criar. El carácter ideal es el de un perro equilibrado: es decir un perro que en casa es tranquilo, en la calle es activo, un perro que tiene tendencia a obedecer , que normalmente no ladra, que no tiene reacciones excesivas ante el miedo, la frustración , la soledad, el dolor, etc. Este es el perro ideal para criar.
  • Elección de la hembra: es importante que la hembra tenga unas buenas cualidades para criar a su camada. La hembra ideal de cría, aquella que es tranquila, paciente y atenta, además de limpiar y alimentar a las crías, también sabe proporcionarles calor. Pero sobre todo la hembra ideal es aquella que juega con sus cachorros, que les enseña la jerarquía, que los premia o los riñe según su comportamiento.
  • Capacidad de reproducción:  un macho que no sabe realizar montas naturales  no es un buen perro para criar. Una hembra que para parir necesita una cesárea porque su morfología no le permite parir de forma natural o porque su comportamiento durante el mismo no es el adecuado; no es una hembra apta para criar.

Escoge al Semental y a la Madre, y determina si poseen las cualidades que deseas en la cría. Aquí hay algunos elementos que debes revisar antes de proceder a criar:

  • Antecedentes genéticos. Deberás revisar el linaje de tus perros, para asegurarte de que son de buena calidad genética. Puedes obtener los linajes de los perros de raza pura a través de la FCI o de alguna otra autoridad registrada. Deberás asegurarte de que el par que escojas no estén relacionados directamente, para prevenir los defectos genéticos de la endogamia.
  • Características físicas. Mira bien a tu pareja reproductora para asegurarte de que tienen los atributos físicos que deseas para tu cría, sin deformidades ni cualidades indeseables. Un ejemplo podría ser que al criar un Labrador se deben buscar señales de desplazamiento de cadera, un problema genético común en esta raza, que les provoca un cierto grado de invalidez. Esta condición hace de los Labradores una raza menos deseable para el trabajo de caza o recuperación.
  • Temperamento. Esta es una buena cualidad pasada por el semental y la madre a los cachorros, debes investigar los temperamentos del semental y de la madre antes de decidirte a criarlos.

Asegúrate de que tus perros estén en edad reproductiva. Las madres comienzan a entrar en celo (ciclo estral) a los 6-9 meses de edad, y lo hacen cada seis meses de ahí en más. La mayoría de los criadores no ponen a una madre a reproducir hasta que tenga 1 1/2 o 2 años de edad, o al tercer o cuarto ciclo, que es cuando estará madura y por lo tanto físicamente apta para soportar la tensión del embarazo y el parto.

Que un experto evalúe tus perros para darte una opinión imparcial de sus cualidades, y que un veterinario revise el estado de salud de los perros.

Que revisen a la madre de parásitos e infecciones, y ponla al día con las vacunas. Nota: No la vacunes después de haber confirmado que esté preñada. Esto puede afectar a los cachorros por nacer, causando defectos de nacimiento. Conversa con tu veterinario al respecto.

Espera a que la madre entre en celo. La madre comenzará su ciclo estral unos tres días antes de estar lista para la reproducción, y si tienes un semental en un corral cercano, no tendrás problemas en identificar el comienzo del ciclo. La zona genital de la dama comenzará a hincharse y a descargar, emitiendo un fuerte olor al que reaccionarán los sementales.

Espera dos o tres días después de que la madre haya entrado en celo, y luego deja que el semental ingrese al mismo corral. Existen diversas opiniones sobre cuántas veces permitir que una pareja reproduzca, pero el semental puede permanecer en el corral con la madre por uno o dos días sin peligro para ninguno de los perros.

Cuando estés seguro de que la madre haya quedado preñada, puedes llevar al semental a otro corral, o devolverlo al dueño, si has arreglado el servicio con otro criador.

Mantén saludable a la madre, dándole una dieta balanceada y suplementos vitamínicos, si así lo recomienda tu veterinario.

El período de gestación de los perros dura 63 días después de haberse fertilizado el óvulo, y la fertilización ocurrirá dentro de los 3 días del apareamiento.

Mantén la perrera de la madre libre de plagas, y límpiala regularmente. Provéele abundante agua fresca y un abrigo limpio.

Observa los pezones de la madre. Cuando comiencen a rosarse y a agrandarse, puedes estar seguro de que lleva cachorros y de que se acerca el momento del parto. Durante las últimas tres semanas de embarazo, la madre requerirá de una nutrición adicional, por lo que deberás darle alimento para cachorros, formulado para cachorros y perras preñadas.

Prepara una caja de parto. Ésta es una caja 6 pulgadas más larga que la perra acostada, y un pié más ancha. Debe tener una barandilla para evitar que se tumbe encima de los cachorros recién nacidos. Todas las zonas de la caja deben ser fácilmente accesibles.

Coloca capas alternadas de plástico y papel en el fondo de la caja.

Mantente alerta cuando esté llegando el momento del parto. Los perros suelen sufrir de diversos problemas en el parto, por lo que si ves algún problema, no dudes en llevar a la madre a un veterinario de guardia. No habrá tiempo que perder.

Mantén los cachorros abrigados, y asegúrate de que todos pueden alimentarse. Examínalos en búsqueda de defectos de nacimiento que puedan afectar la alimentación o causar problemas más adelante. La madre limpiará a los cachorros, lamiéndolos.

Anota la fecha de nacimiento, la cantidad total de cachorros, la cantidad de cada sexo, y la cantidad de cachorros nacidos muertos, para rellenar más tarde las planillas de registro. Si estás registrando la camada, llena las planillas lo antes posible y envíalas, ya que toma un poco de tiempo.

Limpia la caja de parto frecuentemente. Puedes escoger algún material sintético para el lecho, lo que permitirá que el desperdicio pase a través del relleno.

Observa cuidadosamente los cachorros durante las primeras semanas, asegurándote de que puedan permanecer limpios y abrigados, y de que la perra pueda brindarles suficiente leche. A las 4 semanas deberán comenzar a ponerse muy activos, y la caja de parto no alcanzará para acogerlos a todos, por lo que deberás acondicionar una más grande.

Lleva los cachorros al veterinario cuando tengan 6 semanas de edad. El veterinario les dará sus vacunas y desparasitarios, y toda la atención requerida. Pídele que revise también otros problemas de salud y hereditarios.

Advertencias

  • La cría de cachorros requiere de mucho tiempo y cuidado.
  • No podrás quedarte con todos los perros. A menos que tengas un enorme patio y mucho tiempo libre.
  • Intenta vender algunos cachorros.
  • Si no tienes éxito, prueba con otra raza.
  • Asegúrate siempre de tener los perros vacunados.

 Fuente: es.wikihowcandypomerania